Desde siempre he mantenido una cauta posición respecto de la salud del
mandatario y de su derecho a tratarse en la máxima aspiración de recuperar
plenamente sus condiciones físicas. Por ello, me han parecido repulsivos, tanto
los chistes y excesos de parte de los detractores políticos del paciente, como
el uso inescrupuloso de su condición, por parte de quienes la explotan en el
marco de un espectáculo con fines de preservación del poder a costa de lo que
sea. Así que de inhumanidad hablemos, de la incertidumbre sobre la situación
del hombre y sobre las maniobras ilegales de los últimos meses.
Pasemos, por ejemplo, el anuncio grave del deterioro de la facultad
respiratoria de Chávez, por el filtro de la fiesta de opiniones de los
representantes del gobierno y sus conexos, quienes incluso dieron rienda suelta
a la idea de que el hombre llegó al Hospital Militar por sus propios pasos y
lleno de vital energía. Quiénes incurren en tratamientos inhumanos?
Porque es que no sólo debemos resguardar el respeto al paciente y a su
familia, sino también a millares de personas que viven en una montaña rusa emocional,
cuya máquina es operada desde laboratorios políticos oficialistas, seguramente
con participación de agentes extranjeros. Llevarlos de lágrimas a frenéticas
celebraciones, de la angustia por el ser querido a la fiesta, para luego
recibir el porrazo de que la cosa no evoluciona bien; eso, eso es tratamiento
inhumano.
A ningún boletín del gobierno le concedo fuerza de parte médico serio. Y
aún así, no me gusta lo que pudiera vaticinar lo recién dicho por Villegas, no
sólo porque hable del deterioro de la principal figura política del país, sino
porque luce como antesala a un capítulo en extremo borrascoso. Y me refiero a
lo que podrían ser capaces de hacer algunos próceres que ya gritan, por cierto
en una suerte de competencia para ver quien eleva más el tono, que están
dispuestos a inmolarse si es necesario para continuar en el gobierno.
Me pregunto a qué se le tiene tanto temor como para haber convertido la
atmósfera política nacional en un escenario de guerra inminente. Porque, la
verdad, no hallo del lado de la oposición posibilidad distinta a que se luche
por mejores condiciones para enfrentar al chavismo en el terreno electoral, si
es que en algún momento los compañeros de Chávez deciden hacer caso al camino
que "desde su corazón" pidiera seguir, cuando por última vez se
comunicó con los venezolanos a través de una cadena radioeléctrica: el de la
constitución y sus mecanismos electorales.
Es en ese marco, que han actuado los parlamentarios, los estudiantes,
los equipos de la Mesa de Unidad Democrática, los movimientos gremiales y
personalidades que se han ocupado del tema del gobierno sin su Presidente
visiblemente a la cabeza y tomando decisiones como la de la brutal devaluación
anunciada en carnavales. Así, cuando hablamos de paquetazo hay que ver el
económico y también el político en el que estamos todos metidos.
Que digan la verdad y que se cumpla la constitución, es un clamor
estudiantil que no puede calificarse de "trato inhumano" contra
nadie. Igual que los llamados al Tribunal Supremo de Justicia para que no
agrave su situación procediendo a una dudosa y secreta juramentación que diera
largas a un limbo que incluso para el propio "pueblo chavista"
resulta en exceso prolongado. No tener a quien reclamar cuentas y no sabe en
realidad quién es responsable de las graves decisiones que se están tomando, es
darle al país, todo, un trato inhumano.
Recuerdo de su propia voz, la orden de Hugo Chávez de conceder las
medidas humanitarias previstas en la ley para los presos con enfermedades
graves. La instrucción fue dada en medio del rubor que le producía uno de los
"golpes" emocionales que ha tenido que enfrentar en su lucha contra
el cáncer.
Ahora, de continuar las cosas como están, con un país pidiendo la verdad
y unos funcionarios del gobierno escudándose en la queja de ser víctimas de
tratos inhumanos; podría alguien asegurar que fue Chávez quien entró en
contradicciones, o fue Maduro quien lo contravino negando la medida a Iván
Simonovis y llevándoselo a la fuerza a Ramo Verde? Ya sé. Le echarán el bulto a
la jueza. Un trato inhumano de un poder "independiente"
No sería su primera vez, pero acaso en ésta queda claro que ha sido el
Presidente quien le metió este golpe al Bolívar, ocasionando la pérdida de casi
la mitad del salario de los trabajadores, justo en medio de una magnífica
situación del precio petrolero internacional?
Decir que el paquetazo hace más rico al gobierno y más pobre a nuestra
población, es acaso proferir tratos inhumano? No. Es una verdad del tamaño de
una catedral. Tanto, como que resulta obligatorio dudar de que la devaluación
fue refrendada por una firma choreta del paciente.
Pero imponernos su libreto es lo decidido por el comando político, por
más dudoso, por más contradictorio, por más irracional que resulte. Lo demás
está condenado a ser pura "inhumanidad". Por qué le temen tanto a la
verdad?
Copyright ©2013 MiguelAngelDIPUTADO Todos los Derechos Reservados. @MiguelContigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario